Además de ello, el Atlético contrató al goleador Mateja Kežman, quien en 5 años en la Liga Holandesa había marcado 140 goles, pero que no había tenido un buen año en el Chelsea FC. Esta presentación fue premonitoria para el futuro del «Bodeguero», puesto que durante el Campeonato de la Liga Mendocina de Fútbol 1933 cumpliría una de sus mejores temporadas, desde su creación.