Y después, la más clara, un disparo de Agüero en boca de gol que salvó milagrosamente Casillas con el pie. Sin embargo, la ilusión se recobró cuando, justo un minuto después, Cléber Santana robó un balón en el centro del campo y puso un pase al Kun que, rapidísimo, sentó a Sergio Ramos y batió…